"Mantener la calma es primordial"
- Ángel Gasco ha formado a los primeros profesores de defensa personal operativa, una modalidad cada vez más demandada - "La proporcionalidad es fundamental, ya que debemos evitar el ataque tratando de no causar daño al agresor"
ASIER GIL . PAMPLONA Martes, 30 de marzo de 2010 - 04:00 h.
Ángel Gasco Leranca, extremeño de 61 años afincado en Madrid, no concibe su vida lejos de las artes marciales. Es 7º Dan de Jiu-Jitsu y 6º Dan de Judo, y, ahora, ocupa el cargo de delegado nacional de la Real Federación Española de Judo sobre defensa personal, una modalidad en auge y reclamada por varios sectores de la sociedad.
El pasado fin de semana se encargó en Pamplona de impartir el último curso para la formación de profesores, los primeros específicos para la defensa personal operativa creados en España.
¿En qué consiste la defensa personal?
Se trata de una modalidad que busca poder repeler cualquier ataque, pero siempre teniendo en cuenta el tema de la proporcionalidad, es decir, rechazar, detener o anular un ataque sin causar daño al agresor.
¿Cree importante hoy en día tener esa capacidad?
Depende de qué sectores. Por ejemplo, nosotros ofrecemos formación de un tipo de defensa personal orientada a las mujeres por el problema de la violencia de género. Tiene una estructura diferente, con muchas horas dedicadas a la parte psicológica.
¿Qué aporta de más la defensa personal operativa?
Es la que reclaman las Fuerzas de Seguridad del Estado y la vigilancia privada. Añade a la defensa personal el aspecto ofensivo, ya que, si además de protegernos a nosotros mismos, debemos proteger nuestros bienes o a terceras personas, según lo que especifique el Código Penal, necesitaremos saber técnicas ofensivas. Es una parte más avanzada que añade los supuestos de agresiones de alta intensidad, con varios individuos o con armas.
No sólo se tratará de aprender movimientos o técnicas.
No, la defensa personal aporta una serie de beneficios a nivel de seguridad personal. Enseñamos actitudes, manejo de la distancia y cómo comportarse. Junto con los movimientos, todo en su conjunto aporta autosuficiencia, el saber que es posible salir de una agresión y, por lo tanto, se adquiere una tranquilidad que no todo el mundo que practica artes marciales tiene.
Eso es lo que se reclama muchas veces, por ejemplo, en los vigilantes de discotecas.
Para nosotros es importante mantener la calma. Lo primero que se aprende en el tatami es a utilizar técnicas, pero con el objetivo de conocer sus consecuencias para no tener que utilizarlas. Uno debe saber aplicar la mínima fuerza o presión necesaria para lograr aquello que quiere. Ese conocimiento da seguridad.
Los asistentes al curso ofrecido en Pamplona serán los primeros "profesores oficiales" para impartir defensa personal operativa.
Sí, Navarra se ha convertido ya en pionera en disponer de profesores especializados en esta modalidad. Este último curso ha estado muy bien y venir a Navarra siempre es un gusto. Aquí, el grupo es compacto y ameno; se trabaja muy bien, hay muy buena colaboración entre artes marciales dentro de la propia federación y es la comunidad autónoma donde más contento estoy.
¿Era necesaria esta especialización?
Sí, desde luego. El problema existente en España hasta ahora era que, al no haber profesores a nuestro nivel en defensa personal operativa ni reconocidos por el Consejo Superior de Deportes, había mucho intrusismo y los profesores de otras artes marciales hacían lo que podían. Nosotros estimábamos que su formación no era la más idónea para este tipo de trabajo. Estos cursos , que ya se están impartiendo en otras comunidades, intentan paliar esta situación, en ayuda de la evolución social y de nuestros propios profesionales. Pretendemos darles un estímulo y un nuevo nicho de posibilidades de trabajo y desempeño de su labor.
Los 40 participantes en el curso del Larrabide pueden entonces impartir defensa personal operativa a las fuerzas de seguridad.
Sí, aunque ahora será una relación de ellos con las fuerzas de seguridad. No obstante, a nivel nacional, tenemos unos acuerdos apalabrados con el sindicato policial más importante para dedicarnos durante cuatro años a esta formación en todo España. Esos acuerdos recalarán a su vez en cada una de las autonomías, en las que los profesores de esas comunidades serán los encargados de la formación.